lunes, 11 de junio de 2007

MISION DE SAN PEDRO DE MACORIS


Lo que le da plenitud al ministerio Sacerdotal, es "ser uno en todos", es decir, llegar al corazón de todas las gentes en su condición humana, cualquiera que ella sea. En el hoy de mi vida, Dios me ha dado la oportunidad de compartir con los hermanos dominicanos; en la misión de San Pedro de Macorís, que tiene como característica la escasez de Sacerdotes, pero en la fraternidad y la compañía del obispo se ha podido ser luz para las gentes. La humildad y la alegría de las personas han fortalecido mi Sacerdocio y me ha mostrado una iglesia cercana de los unos con los otros.

Desde las luces de nuestra espiritualidad y el plan diocesano de pastoral, se busca crear y acompañar pequeñas comunidades de fieles, a través de celebraciones, retiros, vigilias y noches de alabanza entre otros, pues la fe es una experiencia comunitaria, en la que se acepta llegar a varias comunidades con un mismo ideal, conocer a un Cristo vivo, dispuesto a caminar a nuestro lado como un Padre compasivo que ve mas allá de lo externo y es respuesta donde falta la esperanza, o donde quizás por algún motivo la fe es frágil.

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